Serie: | NA |
Editora: | Fuentes Impresores S.A. |
géneros: | Discursos |
Autores: | BALAGUER, JOAQUIN |
Paginas: | 389 pages |
Compilador: | Esta edición del libro fue tomada del portal Biblioteca Digital Dominicana AGN |
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En 1975, después de 14 años de la muerte
de Trujillo, el doctor Joaquín Balaguer publicó un libro que tituló “La
palabra encadenada”, con el que quiso llamar la atención en relación a
muchos de sus discursos pronunciados en los años que sirvió al Rafael L.
Trujillo y en los meses inmediatamente posteriores a la muerte del dictador, en
1961; Como si de repente pensara que con estampar aquel título en la portada de
su libro, sus discursos serían considerados como palabras obligadas, alejadas
del compromiso con el crimen, de un intelectual que se mantuvo al servicio del
mal en contra de su voluntad; tal vez bajo la creencia de que los dominicanos
aceptarían, al leer aquellos discursos, que fueron el fruto de la
imposición del mismo gobernante a quien se arrodilló por décadas; pero la
historiase ha encargado de señalarlo como uno de sus funcionarios íntimos, que
con la puesta en circulación de sus discursos, tal vez pensó que pasando el
tiempo, los dominicanos terminarían por olvidarse de su complicidad con el
dictador Trujillo.
Haberse compenetrado, entregado en cuerpo y alma al mandato y los
designios del tirano desde antes del 23 de febrero de 1930, a quien
sojuzgo a los dominicanos martirizándolos, denigrándolos, robando sus
propiedades, asesinando a la más valiosa juventud, llevando a los opositores a
vivir por décadas en el destierro, deshonrando a las familias, humillando a sus
funcionarios lo hacen, y así él lo expresa en las páginas del citado libro, en
uno de los funcionarios más perversos y entregado a la gestión de
garantizar la permanencia y proyección de toda la degradación derramada sobre
la familia dominicana.
Las condiciones exhibidas por Trujillo durante tres décadas, no
convierten al doctor Balaguer en el funcionario con imposibilidad de tomar
decisiones personales que lo alejaran de la corrupción y el crimen de aquellos
tiempos, sino en todo lo contrario. El asistente, empleado, funcionario de alta
jerarquía, contertulio de momentos íntimos, instrumento humano dispuesto a
asesorar y a cumplir el mandato del gobernante, silenciando sus crímenes y
quién sabe si hasta disfrutando de aquella orgia con la que el dictador impuso
el miedo y la sumisión.
Fue ese Joaquín Balaguer, autor que publicó “La Palabra
Encadenada”, libro que ahora estamos comentando, quien quizás empujado por
la náusea provocada, en momento de arrepentimiento, por haber sido parte del
estiércol en el que se disfrutó del mal hasta la saciedad, el que se destacó
utilizando como trampolín la cercanía de su Jefe, catapultándose a
los más encumbrados cargos: asistente personal del tirano, secretario de Relaciones
Exteriores, secretario de Educación, vicepresidente de la Republica, y
presidente títere de Trujillo, que lo fue desde 1960 hasta 1962, cuando en
enero de ese año, señalado por el índice acusador del pueblo, trapazó en medio
de la noche las altas paredes de la Nunciatura Apostólica, para refugiarse
cobardemente y escapar de la ira del pueblo bajo el manto, mucha veces
cómplice, de las autoridades eclesiásticas de entonces.
Esta edición del libro fue tomada del
portal Biblioteca Digital Dominicana AGN