Davis obtuvo su licenciatura (Magna Cum Laude) en Antropología por la Universidad de California y un doctorado por la Universidad de Illinois . Su trabajo de campo de posgrado la llevó a varias islas del Caribe, sobre las cuales ha publicado, pero fue en la República Dominicana donde, al principio de su carrera de posgrado, se forjó una reputación como iconoclasta , crítica y dedicada académica a la cultura negra . En 1972, llegó a la isla La Española con la sospecha de que los dominicanos pertenecían más a la cultura afrocaribeña de lo que se había documentado hasta entonces. En un artículo publicado en un importante periódico dominicano , Xiomarita Pérez escribió con franqueza sobre el estilo de Davis y sus vínculos con el país: «Martha trabaja de corazón y con el corazón... Su oficio es delicado e importante para la memoria social del país » .
Participación institucional
Parte del legado de Davis incluye la cofundación del Comité de Etnomusicología Aplicada dentro de la Sociedad de Etnomusicología en 1998, la escritura de cuatro libros seminales, la producción de documentales, y la redacción de numerosos artículos científicos. Ha sido considerada una autoridad en música afrocaribeña y es citada ampliamente en la literatura. El libro de Davis, La otra ciencia , ganó el Premio Nacional de No Ficción de la República Dominicana. Mientras continuaba como profesora afiliada en la Universidad de Florida, desde ca. 2003 Davis ha pasado la mayor parte de su tiempo en la República Dominicana como investigadora honoraria del Museo del Hombre Dominicano (Museo del Hombre Dominicano) y experta en historia oral e investigadora del Archivo General de la Nación (Los Archivos Nacionales), ofreciendo conferencias, asesorando a jóvenes académicos y escribiendo. El 1 de noviembre de 2012, el Museo celebró sus 40 años de investigación en el país.
Contribuciones académicas
El interés de larga data de Davis por las culturas dominicana y haitiana se deriva de su creencia de que «La isla de La Española —la colonia española de Santo Domingo y primera colonia en el Nuevo Mundo— fue el crisol diaspórico inicial y el puente cultural de las Américas ». En 1976, Davis, quien rivaliza con Fernando Ortiz en años de investigación sobre la cultura afrocaribeña, cuestionó al establishment cultural dominicano. Según Peter Manuel, de la CUNY , sugirió convincentemente que «si existe una música 'nacional' legítima de la República Dominicana, no sería el merengue , con su origen específicamente regional en el Cibao , sino los diversos tipos de salve que han florecido en todo el país». Su obra también ha incursionado en el ámbito religioso, y en este sentido sugirió que lo que comúnmente se denomina «religión popular» dominicana se describe con mayor precisión como catolicismo popular, del cual uno de sus componentes es el « vudú dominicano ».